Debido al desconocimiento de los distintos signos y síntomas con que puede presentarse clínicamente la enfermedad celíaca, su diagnóstico es muy difícil realizar.
En la edad adulta por cada caso diagnosticado hay entre 5 y 10 sin diagnosticar.
En las últimas décadas se calcula que la enfermedad celíaca afecta aproximadamente a una de cada cien personas. Es más frecuente en el sexo femenino, con una relación mujer/varón de 2:1.
La presentación en la edad adulta es actualmente más frecuente que en la infantil (9:1).
En la edad adulta, la duración de los síntomas hasta el diagnóstico es de 5 a 9 años.
El único tratamiento eficaz es una dieta estricta sin gluten durante toda la vida. Una vez diagnosticada la enfermedad celíaca, esta dieta debe recomendarse tanto a los pacientes sintomáticos como a los que no tienen síntomas.
La dieta sin gluten debe basarse, fundamentalmente, en alimentos naturales y frescos que no contienen gluten, como carnes, pescados, huevos, leche y derivados, frutas, verduras y hortalizas, legumbres junto con los cereales sin gluten (maíz, arroz, mijo , quinoa, sorgo), combinándolos entre sí de forma variada y equilibrada.
La dieta sin gluten es la clave del éxito en el tratamiento y prevención de complicaciones.
La ingesta de gluten, por error o voluntariamente, lleva consigo consecuencias importantes para la salud del celíaco. Por tanto, debe evitarse rigurosamente.
Prof. Isabel Polanco