Los glóbulos rojos son las células encargadas de transportar el oxígeno a todos los tejidos. Esta función la realizan gracias a una molécula que se encuentra en su interior llamada hemoglobina.
La anemia es una patología que se caracteriza por la disminución del número de glóbulos rojos sanos en sangre y por ello estos pacientes no pueden transportar suficiente oxígeno a sus tejidos. La falta de oxígeno hace que estas personas se sientan cansadas y débiles, sufran mareos, dolores de cabeza y/o latidos cardiacos irregulares.
Existen varios tipos de anemia y detrás de esta enfermedad pueden encontrarse diversas causas. Una de las más comunes es la falta de los nutrientes esenciales para fabricación y desarrollo de los glóbulos rojos como es el hierro, el ácido fólico o la vitamina B12.
¿Qué relación tiene la anemia con la enfermedad celiaca?
Cuando un paciente con enfermedad celiaca consume gluten, se desencadena en su organismo una respuesta autoinmunitaria que si se mantiene en el tiempo termina destruyendo las microvellosidades intestinales. Este proceso reduce la absorción de los nutrientes, entre ellos el hierro, el ácido fólico y la vitamina B12 que son fundamentales para la correcta producción de los glóbulos rojos.
Además, los pacientes celiacos tienen dificultades para tratar su anemia, ya que debido al daño intestinal no pueden responder correctamente al tratamiento. La prevalencia de la enfermedad celiaca en pacientes con deficiencia de hierro se estima en 0-6 % en los países europeos.
Esta conexión resalta la importancia de considerar la enfermedad celiaca como un factor subyacente en casos de anemia inexplicada, especialmente en aquellos pacientes que no responden adecuadamente al tratamiento convencional para la deficiencia de hierro.
En conclusión, la aparición de la anemia en pacientes celiacos se debe al daño intestinal persistente que tiene lugar en aquellos que no siguen la dieta sin gluten, ya sea porque todavía no han sido diagnosticados o porque no la están siguiendo correctamente.
Por ese motivo el diagnóstico temprano y una dieta estricta sin gluten es clave para abordar eficazmente la anemia y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Autora: Teresa Bermejo. Departamento de Comunicación y Divulgación Científica
Más información: celiacos.org