¿Cómo detectar y denunciar el fraude alimentario?
El fraude alimentario se comete cuando, con ánimo de lucro, se colocan deliberadamente alimentos en el mercado con la intención de engañar al consumidor.
Hay muchos tipos de fraude alimentario, que generalmente se pueden englobar en las siguientes categorías:
- Los que afectan a los ingredientes del alimento, es decir, la adición, sustitución, alteración o falsificación deliberada de algún ingrediente, generalmente con la finalidad de reducir su coste o de mejorar alguna de sus características o propiedades (ej: adición de melanina en la leche)
- Los que afectan a las declaraciones en el etiquetado, como declaraciones falsas o engañosas de los ingredientes, de los procesos o de las características o beneficios del producto, y de la procedencia o producción geográfica (ej. alimentos light, pescado de piscifactoría vendido como salvaje)
- Las que afectan a la calidad (sensorial, nutritiva, tecnológica)
- Contra la pureza (contaminación, residuos, productos de alteración)
- Contra la identidad (sustitución de una especie por otra)
Varios países han desarrollado Bases de Datos que recopilan información sobre potenciales adulterantes de alimentos y que permiten identificar tendencias fraudulentas. Estas herramientas son un recurso importante tanto para la detección de patrones emergentes de la actividad fraudulenta como para las autoridades locales que buscan información para ayudar en sus investigaciones sobre incidentes de fraude de alimentos.
Los efectos de los alimentos falsificados se hacen sentir en todo el mundo. En Canadá hace un año, una investigación demostró que el comino se había contaminado con cáscaras de cacahuete, un grave riesgo para cualquier persona con una alergia a este alimento. Recordamos que en España, FACE gracias a su proyecto de seguridad alimentaria para verificar el correcto etiquetado de los alimentos en materia de contenido de gluten encontró una situación similar. Se analizó hace unos meses el comino de una conocida marca, encontrándose más de 20 ppm de gluten, lo que nos obligó a lanzar una alerta alimentaria.
Además de combatir el fraude con las modernas técnicas analíticas y con leyes que regulen las pautas permitidas y las que no, los consumidores también toman acciones sobre el asunto.
Es importante que si encuentran un alimento adulterado, o cree que ha sido engaño, debe realizar una queja al organismo de vigilancia sanitaria local en donde vive.
Cuando un producto en mal estado llega al consumidor, revela que la cadena de controles en su proceso productivo ha fallado, existiendo por tanto un riesgo para el consumidor. La alerta de estas situaciones genera la intervención de los Organismo Sanitarios para decomisar las partidas contaminadas y ordenar el aviso a los posibles consumidores afectados.
En España AECOSAN es la encargada de declarar las alertas alimentarias. FACE comparte en su web y redes sociales todas aquellas alertas alimentarias detectadas por esta institución y por la propia federación, ya que cuando hemos detectado un producto contaminado por gluten nos ha sido bastante complicado que publicaran la alerta en su web, por lo tanto lo hemos tenido que hacer por nuestros propios medios.
En junio AECOSAN declaró la alerta de una harina de arroz contaminada con gluten, con lo cual FACE compartió al instante en su web y redes sociales esta información. Hay que tener mucho cuidado con harinas y especias molidas, ya que en muchas ocasiones en el proceso de molienda pueden contaminarse, no siendo aptos así para el consumidor celiaco.
Actualmente, debido al reglamento 828/2014, el consumidor celiaco puede encontrar serios problemas con los productos etiquetados con “bajo en gluten”. FACE recomienda consumir solamente aquellos productos etiquetados “sin gluten” (los libres de gluten no tienen por qué estar etiquetados ya que por naturaleza no contienen esta proteína) o bien buscar los productos en la lista de alimentos controlada por FACE para más seguridad.
Algunas recomendaciones importantes si quiere denunciar un producto:
- Si mantiene el producto, “CONSÉRVELO“, solo entregue el producto, en presencia de una autoridad sanitaria gubernamental. No deje que la empresa retire el producto, sin haber constancia gubernamental.
- Registre mediante fotografías u otra forma, detalles del producto: Nombre Comercial, N° de lote, Fecha de elaboración, Fecha de vencimiento, tipo y tamaño del envase.
- No tirar nunca los alimentos ingeridos en las últimas 48/ 72 h que causaron la enfermedad- conservarlo en frío (preferentemente en el congelador) y llevarlo al municipio o bromatología de su provincia, para su análisis.
- Conserve el ticket o factura de compra de los alimentos comprados.
- Conserve los estudios, análisis y recetas que le fueron prescriptas por el médico tratante, en caso de haber sufrido una intoxicación alimentaria.
- Conserve todos los gastos relacionados: gastos médicos, transporte, y otros.
- Todos tenemos derecho a reclamar, no dejando pasar el fraude. Denunciar estos hechos es ayudar a la salud de todos y a la correcta gestión de la Salud Pública.