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¿Cómo reducir el desperdicio alimentario en Navidad?

El desperdicio alimentario supone un problema de gran impacto económico, social y ambiental. Es necesario reducir la generación de residuos a lo largo de toda la cadena alimentaria.

Hemos de ser conscientes de que, de forma paralela, el hambre no ha dejado de aumentar en el mundo desde 2015. Actualmente más de 800 millones de personas pasan hambre. Y al mismo tiempo, un tercio de los alimentos producidos se desperdician, agravando la problemática global del hambre y generando una huella ecológica insostenible, acentuándose en determinados periodos del año como son las Navidades, donde amigos y familiares se reúnen alrededor de una mesa para compartir alimentos, pero también para desecharlos.

Por todos estos motivos, desde la asociación Red Alimenta se ofrecen una serie de consejos para evitar el desperdicio alimentario en hogares y locales de restauración a lo largo de todo el año, pero en especial, en momentos donde las celebraciones generan más cantidad de excedentes, como ocurre en las fiestas navideñas.

  1. En primer lugar, se aconseja la elaboración de una lista de la compra pensando en los menús que se prepararán, con lo que se evitará comprar alimentos que luego no se usarán y acaben desperdiciándose. Esto es especialmente importante para los productos frescos, que tienen una vida útil más corta.
  2. En segundo lugar, se recomienda conservar y almacenar los productos de forma correcta, para lo que resulta necesario leer las etiquetas, comprobar las fechas de caducidad y seguir las recomendaciones de conservación (en la nevera, congelador o armarios, según el tipo de producto).
  3. Es igualmente importante planificar el menú considerando también el número de comensales. A menudo se tiende a cocinar en exceso y a servir demasiada cantidad en el plato, lo que lleva a dejar comida en el plato o a comer más de lo que apetece y, en consecuencia, ingerir más energía de la necesaria. Si, a pesar de haber hecho lista y haber ajustado las raciones, sobra comida, se puede congelar.
  4. Si se va a un restaurante y ha sobrado comida, puede pedirse que lo preparen para llevar.
  5. En hogares y restaurantes se pueden reaprovechar los restos para preparar nuevas recetas. Existen en las redes numerosas recetas que pueden aportar muchas ideas de reaprovechamiento.
  6. En general hay que tender a hacer un consumo responsable y, para ello, el consumo de proximidad y de temporada siempre es la mejor opción.

Entre todos, y, en especial en Navidad, debemos poner nuestro grano de arena para contribuir a la sostenibilidad alimentaria.

Puedes leer el artículo completo en el número 74 de la revista Mazorca (disponible en la app FACEMOVIL).

Autora: María Martin Ayala. Fundadora de la Asociación Red Alimenta

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