La mejora de un intestino dañado por la enfermedad celiaca no diagnosticada va más allá de la simple elección de una dieta libre de gluten. Las principales recomendaciones son:
- Aumentar la ingesta de productos altos en fibra, en vitaminas y minerales como las frutas y verduras para apoyar el crecimiento de las bacterias buenas en nuestra microbiota intestinal y acabar con las moléculas inflamatorias.
- Reducir al mínimo los productos con azúcares refinados y productos libres de gluten procesados que pueden alimentar a las bacterias malas y empeorar el desequilibrio en la microbiota.
- Incluir alimentos fermentados de forma natural y fuentes de probióticos como el miso, el kimchi, Kombucha, kéfir, chucrut, o suplementos en su dieta para apoyar el crecimiento de las bacterias buenas.
- Trate de mantener una dieta diaria que cuente con 6-7 porciones de frutas y verduras para bajar la inflamación.
- ¡Dale sabor a tu vida! Hierbas y especias ayudan a bajar la inflamación adicional. El ajo, el jengibre, la cúrcuma, romero, tomillo, canela, eneldo, albahaca.
- Elija fuentes de grasa anti-inflamatorias tales como el aceite de pescado, las nueces, lino y aceite de oliva siempre que sea posible