Con motivo de la celebración este sábado 11 del Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia compartimos esta entrevista realizada a Edurne Simón y Carolina Sousa, investigadoras y ganadoras del “Premio al compromiso celiaco en el año 2021”. La versión extendida de esta entrevista se incluyó en el “FACE al Día” de agosto de 2022.
Carolina Sousa es doctora en Farmacia y catedrática en el departamento de microbiología y parasitología de la Universidad de Sevilla. Desde hace más de 15 años ha centrado su carrera en la investigación de la enfermedad celiaca. Actualmente dirige un grupo que investiga sobre aspectos básicos y aplicados de la enfermedad celiaca y otras patologías gastrointestinales.
Por su parte, Edurne Simón es doctora en farmacia y actualmente es profesora titular en la Universidad del País Vasco. Desde el año 1998 trabaja en el análisis de gluten en alimentos y desde el año 2010 estudia sobre la calidad de la dieta de los pacientes celiacos.
¿En qué proyecto estáis implicadas actualmente?
Carolina: En mi grupo ahora estamos enfocados en varias líneas de investigación. Una de ellas se centra en la evaluación de métodos para diagnosticar la enfermedad celiaca en individuos que ya siguen una dieta sin gluten. Otra investiga el desarrollo de algoritmos para la utilización de los métodos basados en la determinación de los péptidos inmunogénicos del gluten (GIP) en muestras de heces y orina para la monitorización de la dieta sin gluten, tanto para la población infantil como adulta.
Edurne: Seguimos la línea de trabajo iniciada hace ya casi 25 años, sobre el análisis de gluten en alimentos. En los últimos años se ha centrado en el análisis de las cervezas sin gluten y en la búsqueda de otros componentes, como los FODMAPs, que pueden afectar a la aparición de síntomas. Además, desde hace algo más de 10 años analizamos la calidad de la dieta de las personas celiacas y su sintomatología. Pues los pacientes llevan una dieta restrictiva y nos interesa evaluar el estado nutricional. También estamos elaborando panes sin gluten enriquecidos para mejorar su aporte nutricional.
¿Cómo creéis que ha cambiado la oferta y la seguridad de los productos sin gluten?
Carolina: Las nuevas tecnologías que están surgiendo permiten reformular y mejorar los productos sin gluten. Aunque se ha avanzado mucho a nivel nutricional y de calidad, todavía queda mucho camino en relación con las características organolépticas.
Edurne: Respecto a la seguridad, yo inicié mi colaboración con FACE en 1998 analizando alimentos que querían conseguir la marca de garantía “controlado por FACE”. En aquel momento 1 de cada 3 productos considerados sin gluten contenían trazas. Sin embargo, desde entonces los métodos analíticos y la legislación ha evolucionado y la calidad y seguridad de los productos son infinitamente mejores. Además, en los últimos años la industria alimentaria ha visto en los productos sin gluten un nicho de mercado interesante, por lo que cada vez existen más productos y más seguros.
¿Cuáles creéis que son los puntos de mejora en materia de investigación en enfermedad celiaca?
Carolina: Es necesario comprender la enteropatía asintomática y desarrollar nuevos indicadores de la actividad de la enfermedad basados en la respuesta inmunitaria. También identificar a los pacientes con mayor riesgo de complicaciones, incluidos los que pueden desarrollar la enfermedad celíaca refractaria.
Respecto a la monitorización, hay que tener en cuenta que a veces la ingesta de gluten en bajas cantidades se produce a pesar de los intentos estrictos de adherencia a la dieta, por ello es preciso validar el ensayo de los GIP (péptidos inmunogénicos del gluten) en heces/orina para el control de la dieta. Por último, es muy importante desarrollar nuevas terapias conductuales y médicas, adaptándolas a entornos con pocos recursos.
Edurne: Tengo el honor de ser miembro de la junta directiva de la SEEC (Sociedad Española de Enfermedad Celiaca), por lo que conozco muchos proyectos diferentes y, sinceramente, pienso que se está trabajando mucho y bien en numerosos ámbitos.
Creo que el mayor punto de mejora sería el de la financiación, más apoyo institucional y privado para conseguir que numerosos grupos, básicos y clínicos, puedan investigar en condiciones adecuadas, que es la piedra angular para avanzar en investigación.
Aunque nuestro país no sea puntero en investigación, en general, creo que en enfermedad celiaca sí que podemos sentirnos orgullosos.
Desde vuestra posición actual, ¿cómo creéis que ha cambiado vuestra labor en los últimos años?
Edurne: La actividad investigadora ha evolucionado hacia la divulgación y la transmisión de los resultados. Creo que la investigación no puede ser ni un privilegio, ni una actividad que solo interesa a unos pocos. Por eso la universidad pública debe ser capaz transmitir el conocimiento generado a todos los públicos independientemente de si está especializado o no. Por ejemplo, una de nuestras líneas de trabajo se centra en la transferencia de conocimiento a la educación nutricional y a dar a conocer esta patología.
Carolina: Por nuestra parte, nuestro grupo siempre ha buscado la aplicación de la investigación que realizamos. Tenemos un profundo interés en generar transferencia de tecnología, con el objetivo de desarrollar productos que sean comercializados para así mejorar la calidad de vida del colectivo celiaco. Para ello hemos configurado un grupo interdisciplinar en el que colabora con especialistas en inmunología, gastroenterología y agronomía, entre otros, y así establecer colaboraciones con el ámbito empresarial y clínico-hospitalario para buscar la aplicabilidad de las tecnologías desarrolladas.
¿Cuál es vuestra principal motivación para seguir con vuestra carrera investigadora?
Edurne: Sinceramente sentirnos útiles en la labor que realizamos es una motivación muy importante y reconocimientos como este premio nos animan a seguir trabajando en los distintos aspectos que puedan contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas celiacas.
Carolina: Considero que la investigación representa un pilar fundamental en nuestra sociedad. Por lo que mi principal motivación para seguir en la carrera investigadora es transformar los conocimientos científicos en aplicaciones útiles para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Autora: Teresa Bermejo, Departamento de Comunicación y Divulgación Científica de FACE
Más información: celiacos.org