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Qué comer para llevar una dieta saludable “sin gluten”.

Qué comer para llevar una dieta saludable “sin gluten”.

Consejos prácticos y muy sencillos para seguir una dieta equilibrada, variada y sin gluten.

Según la mayoría de los expertos, no existen alimentos “malos” sino dietas “poco sanas”. Una dieta saludable se consigue comiendo una cantidad adecuada de alimentos saludables y equilibrados de manera continua para ayudar al buen funcionamiento de nuestro organismo,  evitando las enfermedades relacionadas con la alimentación, como la obesidad o los problemas cardiovasculares. En los últimos años ha habido un incremento en la población con requerimientos especiales relacionados con la alimentación, como alergias e intolerancias, por lo que habría que ajustar dichas dietas a las necesidades de esta población.

Es recomendable que la dieta forme parte de un estilo de vida saludable, que sea rica en alimentos de origen vegetal y fibra, y sea baja en grasa de origen animal, dulces y productos excesivamente calóricos. Muchos celiacos disminuyen la ingesta de pan y cereales, debido a su alto precio y sabor, siendo esto un error ya que pueden no alcanzar los requerimientos nutricionales para el consumo de fibra e hidratos de carbono.

¿Qué debe contener una dieta saludable?

Para que nuestra dieta sea equilibrada debe contener al menos dos raciones de verdura diaria, una en la comida y otra en la cena, de dos a tres piezas o raciones de fruta al día, de dos a tres raciones de alimentos proteicos al día (carnes, pescados de preferencia poco grasos y/o huevos). Además, el 50% del gasto energético total debe provenir de cereales como pasta, arroz y pan sin gluten. Es conveniente tomar entre una y dos raciones de legumbres a la semana, así como evitar en la medida de lo posible el azúcar, la bollería industrial y alimentos precocinados.

¿Cuántas comidas debemos hacer al día?

Aunque lo habitual es hacer solo tres comidas (desayuno, almuerzo y cena), lo más aconsejable es realizar cinco comidas al día.

Estas comidas deben repartirse de la siguiente forma: desayuno variado rico en alimentos saludables (como frutas o zumos de frutas, lácteos y pan o tostadas), un pequeño tentempié a media mañana (una pieza de fruta es la mejor elección), el almuerzo, la merienda (puede ser útil un yogur o una pieza de fruta con té), y una cena (la cual debe ser ligera, sobre todo a base de alimentos ricos en proteínas).

¿Saltarse comidas ayuda a adelgazar?

Es una creencia bastante extendida, sobre todo en aquellas personas que desean adelgazar rápidamente y a toda costa sin pensar que, con este tipo de prácticas, originalmente lo único que se consigue es poner en peligro su salud. Se trata de un mito, de una creencia errónea, y de hecho se convierte en uno de los errores más frecuentes a la hora de bajar de peso.

Repartir la ingesta de alimentos en un total de cinco comidas al día, consiguiendo que nuestro metabolismo se encuentre continuamente trabajando para quemar lo consumido. Además, al no tener el estómago del todo vacío, la sensación de apetito tiende a ser muchísimo menor que si no comemos.

No debemos olvidar que saltarse una comida provoca un aumento en la producción de insulina, por lo que a mayor cantidad de insulina, mayor es la sensación de apetito y la cantidad de alimentos que nuestro cuerpo necesita para saciarse. Esto significa que, si nos saltamos alguna comida, llegaremos a la siguiente con un hambre voraz.

¿Cenar solo fruta o cereales con leche ayuda a perder peso?

Lo que cenamos es clave para obtener un sueño de calidad adecuada que nos permita reponer energías y descansar.

La cena debe tener algunas características particulares tanto en cantidad como en calidad de nutrientes para que podamos enmarcarla dentro de una dieta. No obstante habituarse a sustituir la cena por algún alimento concreto -como fruta o leche con cereales-, puede contribuir al desequilibrio de la dieta, e incluso a un aporte excesivo de calorías en ella.

La cena, al igual que el resto de comidas, debe tener una proporción adecuada de todos los macronutrientes e hidratos de carbonos, proteínas y lípidos, aunque en una cantidad inferior que por ejemplo el almuerzo.


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