El cáncer es una enfermedad asociada a la Enfermedad celiaca (EC). Mejorar el protocolo de diagnóstico precoz es fundamental para evitar las enfermedades asociadas a la EC. Cuanto antes empiece la persona celiaca la Dieta Sin Gluten (DSG), mejor, ya que evitaría desarrollar patologías asociadas.
La estimulación crónica del gluten a los linfocitos puede producir en éstos inestabilidad cromosómica, con el riesgo de su transformación maligna. Comparado con la población general, los pacientes con EC tienen riesgo aumentado de padecer cáncer, en especial si el diagnóstico se realiza tardíamente con respecto al inicio de los síntomas y no se realiza correctamente la DSG. En niños es excepcional la aparición de cáncer y si el cumplimiento dietético es estricto, se ha comprobado que a los 10 años de la dieta el riesgo de enfermedades neoplásicas y probablemente también de enfermedades autoinmunes es similar al de la población general.
El pobre cumplimiento de la DSG o las transgresiones dietéticas conllevan un riesgo especialmente de enfermedades neoplásicas del tracto digestivo, como carcinomas de lengua, estómago, esofágicos y faríngeos, adenocarcinomas de intestino delgado o recto y linfomas no Hodgkin.
Aunque normalmente son trastornos evolutivos de la enfermedad ante la falta de diagnóstico precoz, o en pacientes con escasa adherencia a la DSG, a veces es la forma de presentarse en personas de más de 50 años.
Este texto es un extracto del artículo escrito por el prof. Federico Argüelles Martín, de la Un. Gastroenterología Pediátrica de Hosp. Univ. Virgen Macarena de Sevilla y el Dr. Cristóbal Coronel Rodríguez del Centro de Salud “Amante Laffón” de Sevilla, para la Revista MAZORCA Nº49.