Cada vez son más los estudios que investigan el impacto de los factores ambientales en el desarrollo de la enfermedad celiaca.
Hasta hace relativamente poco se creía que introducir el gluten antes de los 6 meses mientras se daba lactancia materna, en aquellos lactantes con riesgo genético, protegía frente al desarrollo de la enfermedad. Sin embargo, estudios recientes demostraron que ni la edad de introducción ni la lactancia materna protegen contra la enfermedad celiaca, de hecho el grupo de expertos de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, publicó las siguientes recomendaciones el año pasado: en cuanto a la lactancia materna, “Introducir el gluten en el momento de la lactancia no debe recomendarse alegando que protege contra el desarrollo de la enfermedad”. Aunque esta recomendación es importante para aquellas madres que por diversos motivos no puedan dar lactancia a sus hijos, la lactancia materna debe promoverse por los beneficios indiscutibles que tiene. Respecto a la edad de introducción del gluten, establecieron que “el gluten se puede introducir entre 4 y 12 meses. La edad de introducción de gluten en lactantes, en este rango de edad, no parece influir en el riesgo de desarrollar enfermedad celiaca en la infancia”.
Respecto a la cantidad de gluten tampoco existen recomendaciones específicas ni claras, de cuánto es lo adecuado. Sin embargo, un reciente estudio publicado el pasado febrero por la nutricionista del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe, Paula Crespo-Escobar y compañeros, ha demostrado que la cantidad de gluten consumida desde la introducción hasta los 3 años de edad, no influye en el desarrollo posterior de la enfermedad celiaca. En este estudio, los investigadores cuantificaron el gluten consumido desde la introducción hasta los 3 años, de 715 niños con riesgo genético de 5 países Europeos (España, Alemania, Italia, Holanda y Hungría), reclutados en el Estudio Europeo PreventCD (www.preventcd.es). Estos niños siguieron unas pautas de introducción del gluten muy específicas entre los 4 y 10 meses, de acuerdo al protocolo del estudio y a partir de los 10 meses, se permitió un consumo de gluten libre. Los principales hallazgos han sido:
- Aunque se observaron grandes diferencias en las cantidades de gluten consumidas entre países, siendo España el país con el consumo más bajo y Hungría e Italia los países con el consumo más elevado, no había diferencias en la cantidad de gluten consumida entre aquellos niños que acabaron desarrollando EC y aquellos que no.
- El aumento brusco del consumo de gluten, solo aumentó el riesgo de desarrollo de enfermedad celiaca, en aquellos individuos con el HLA-DQ2.2/DQ7, pero no el resto de individuos con otros genotipos HLA. Este último hallazgo, abre nuevas e interesantes vías de investigación.
Por lo tanto, los autores del estudio concluyen que en población de riesgo genético de EC, el consumo de gluten entre los 10 y 36 meses, no es un factor de riesgo en el desarrollo de la enfermedad para la mayoría de genotipos HLA. De modo que no existen suficientes evidencias que sugieran la necesidad de consumir pequeñas cantidades de gluten durante la infancia, pues no influirá en el desarrollo posterior de enfermedad celiaca.