La enfermedad celiaca se puede manifestar con síntomas diversos. Los más comunes son pérdida de peso, diarrea, distensión abdominal, pérdida de masa muscular, retraso del crecimiento, fatiga, náuseas o vómitos.
Sin embargo, tanto en niños como en adultos, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes. Cuando no existen síntomas digestivos ni extra digestivos, hablamos de enfermedad celiaca asintomática. En este caso, como ocurre con la enfermedad celiaca sintomática, el único tratamiento es seguir una dieta sin gluten de por vida.
Cuando una persona diagnosticada con enfermedad celiaca no presenta síntomas, puede resultar tentador saltarse la dieta sin gluten, pues el consumo de gluten “aparentemente” no va a desencadenar ningún síntoma.
No obstante, independientemente de los síntomas que presente una persona celiaca, consumir gluten produce una activación del sistema inmunitario y, por tanto, se produce daño y destrucción de las microvellosidades intestinales.
Además, saltarse la dieta de forma frecuente puede tener consecuencias a largo plazo y desarrollar enfermedades como osteoporosis, infertilidad, dermatitis herpetiforme, anemia, daño hepático, cáncer o manifestaciones neurológicas.
Recuerda: aunque no tengas síntomas tras consumir gluten, si eres celiaco o celiaca, el daño intestinal siempre se produce.
Autor: FACE
Más información: celiacos.org