GRACIAS POR TODO Y, POR TANTO, creo que esta frase resume perfectamente mi paso por FACE, después de estar dos años desligado de la Junta Directiva de la Federación cada vez que escucho en un restaurante que hay un celiaco, o que alguien pide un pincho sin gluten, o que unos padres están utilizando FACEMOVIL, o que alguien pide una cerveza sin gluten, hay algo dentro de mí que se remueve, como un cosquilleo y no puedo evitar sonreír.
Aún recuerdo perfectamente la primera vez que probé una cerveza sin gluten, o cuando comí mi primer pincho sin gluten en la calle Laurel de Logroño, o cuando firmamos el primer convenio de restauración con una franquicia a nivel nacional. También recuerdo como si fuera ayer la primera convivencia de FACE Joven y la primera vez que vi en un establecimiento el sello de calidad de FACE, han sido casi vente años, la mitad de mi vida volcado en intentar mejorar la calidad de vida de los celiacos, y mirando todo con retrospectiva puedo asegurar que lo hemos hecho muy bien, incluso mejor de lo que pensamos.
Está claro que todo se puede mejorar, pero lo que sobra a todo el personal de FACE y a todos los voluntarios de FACE que son muchísimos es vitalidad, el gluten nos habrá quitado probar muchas cosas, pero nos ha hecho ser mucho más fuertes. Los celiacos somos personas muy luchadoras, reivindicativas y también muy agradecidos con todo aquel que nos ayuda a tener una vida más sencilla.
La mayoría de los socios, y ya no digo los no socios, no son conscientes de todo el trabajo que se realiza en las asociaciones y en la sede de FACE, cuando escucho a alguien quejarse porque en las asociaciones se paga una cuota anual, que a mí siempre me ha parecido irrisoria para todo lo que nos proporcionan, me dan ganas de decirles que gracias a esa pequeña aportación hemos conseguido que España sea un referente mundial en seguridad alimentaria en lo que respecta al sin gluten, y que los primeros a los que no les gustaría tener que cobrar una cuota a sus socios son a las juntas directivas, pero por desgracia aún son muy necesarias las cuotas.
Como he dicho la mitad de mi vida la he pasado en FACE, con innumerables reuniones de Juntas Directivas, de Asambleas interminables, de discusiones, de viajes por toda España y por muchos países siempre sintiéndome muy orgulloso de pertenecer a FACE. Como yo decía, ¡FACE tiene que estar hasta en la sopa! Muchas veces tenía que hacer malabares para poder intentar llegar a todos los compromisos que FACE tenía y que yo me ponía. Gracias a los trabajadores y a los miembros de las distintas juntas directivas por las que he pasado creo que hemos llegado a lugares que nunca pensábamos llegar. Hasta en Zarzuela, Moncloa, el Congreso nos han recibido cuando hace años ningún ministro se quería reunir con nosotros para escucharnos ni un solo minuto.
Aprovecho estas líneas para recordar que todos debemos ser embajadores de FACE, embajadores del sin gluten, dentro de nuestras posibilidades, y que todas y todos los que puedan que ayuden en sus asociaciones que siempre hay mucha tarea que hacer y toda ayuda es poca.
Cuando me informaron que habían pensado en mí para ser galardonado con un premio de FACE fue inevitable emocionarse, lo primero que pensé es que se siguen acordando de mí. Yo me acuerdo mucho de todos, y lo que más ilusión me puede hacer es reunirme con los representantes y trabajadores de FACE otra vez. Ese es el mejor premio posible. Porque a lo largo de todos estos años he tenido la suerte de ir haciendo amistades en todos los rincones de España, y con eso es con lo que me quedo.
Me dio mucha pena despedirme de FACE. Además, fue durante el confinamiento cuando celebramos nuestra primera asamblea virtual cuando tuve que despedirme de mis compañeros, fue una despedida como nunca me hubiera imaginado, yo que quería haber hecho una fiesta, y en cambio mi despedida fue todos encerrados en casa. Mi trabajo como abogado, pero sobre todo querer disfrutar de más tiempo libre con mi familia, y en especial con mi esposa Yomar, y con Teo, nuestro hijo que venía en camino fueron los detonantes para tener que dejar mi puesto de presidente de la Federación. Cuando Teo crezca le enseñaré con orgullo el galardón de FACE que me han concedido, y estoy seguro que le contaré alguna de mis múltiples aventuras en FACE.
Creo que ha sido un auténtico privilegio haber formado, desde bien joven y durante tantos años, parte de las distintas juntas directivas de FACE, y haber llegado a ser “el Presi” como siempre me llamaban cariñosamente en FACE Joven. Ha sido todo un honor. He madurado y crecido dentro de la Federación, y los aciertos, pero sobre todos los errores cometidos me han ayudado a ser mejor persona y a tener un compromiso mayor con la sociedad. Creo que sería una persona totalmente distinta si no hubiera pasado tantos años en FACE. Como he dicho antes, debo mucho a esta Federación.
Para mí FACE no solo significa Federación de Asociaciones de Celiacos de España para mi FACE es: Felicidad, Amistades, Compromiso y Experiencia.
Gracias FACE por haberme aguantado tantos años, muchas gracias por dejarme formar parte de la gran familia de FACE, y muchas gracias por mejorar la calidad de vida de todos los celiacos.
MUCHAS GRACIAS.