Comer fuera de casa es una de las situaciones que más suele preocupar a las personas con enfermedad celiaca. “¿Tendrán opciones sin gluten al sitio al que voy?”, “¿sabrán lo que es el contacto cruzado y lo tendrán en cuenta?”, “¿tomarán las medidas higiénicas necesarias para manipular los alimentos sin gluten?”.
Desde FACE hay algunas opciones que desaconsejamos al comensal celiaco cuando sale a comer fuera de casa, por la dificultad de garantizar la seguridad alimentaria.
Es el caso de los bufets libres. A pesar de la variedad de platos que a priori no contienen gluten, la posibilidad de manipular nosotros mismos la comida hace que no se pueda evitar el contacto cruzado y por lo tanto dejen de ser opciones aptas y seguras para las personas con enfermedad celiaca.
A continuación, explicamos los puntos críticos en un bufet libre:
- Usar los mismos utensilios para servir diferentes elaboraciones. Al ser el propio comensal el que se sirve, puede usar la misma cuchara para servirse diferentes alimentos, poniendo en riesgo aquellas elaboraciones que en principio eran “sin gluten”.
- Se pueden derramar productos con gluten sobre otros sin gluten al servir la comida.
- En la mayoría de ocasiones, los platos ofrecidos no muestran los alérgenos que tienen, por lo que es más difícil identificar cuáles son sin gluten. Aun así, el restaurante debe de contar con la carta de alérgenos a disposición del cliente.
Si aun así vas a un bufet a comer, lo mejor es indicar a los trabajadores de sala que sufres enfermedad celiaca para ver si es posible que te saquen la comida directamente de cocina. De esta forma se evitarán los riesgos expuestos anteriormente.
Autora: Mayka Rodríguez. Departamento de Calidad y Seguridad Alimentaria de FACE.
Más información: celiacos.org