La sospecha de tener enfermedad celíaca puede generar muchas dudas y ansiedad. Ante síntomas como dolor abdominal, diarrea, fatiga crónica o pérdida de peso, muchas personas toman una decisión comprensible pero precipitada: dejar de consumir gluten antes de consultar al médico.
Sin embargo, eliminar el gluten por cuenta propia antes del diagnóstico puede dificultar, e incluso impedir, una correcta detección de la enfermedad celíaca. En este artículo te explicamos por qué es fundamental mantener el consumo de gluten hasta que el proceso diagnóstico esté completo.
¿Qué es la enfermedad celiaca y cómo se diagnostica?
La enfermedad celíaca es una patología autoinmune en la que el sistema inmunitario reacciona de forma anómala ante la presencia de gluten. Esta reacción genera autoanticuerpos que atacan los tejidos del propio cuerpo y provocan daños en las vellosidades del intestino delgado, dificultando la absorción de nutrientes y provocando síntomas que varían ampliamente entre personas.
El proceso diagnóstico incluye principalmente dos tipos de pruebas:
- Serología: mediante un análisis de sangre se detectan anticuerpos específicos (como los anti-transglutaminasa o anti-endomisio) que se producenúnicamente cuando el paciente consume gluten y, por tanto, su sistema inmunológico reacciona.
- Biopsia intestinal: consiste en tomar pequeñas muestras del intestino delgado para analizar si existe daño en las vellosidades intestinales, típico de la enfermedad celíaca. Este daño también se revierte si la persona ha dejado de consumir gluten.
Ambas pruebas requieren que la persona esté consumiendo gluten de forma habitual, ya que es la única manera de que los marcadores estén activos y sean detectables.
¿Por qué no debes dejar el gluten antes del diagnóstico?
Si una persona celíaca comienza una dieta sin gluten por su cuenta, su sistema inmunológico deja de producir los anticuerpos característicos de la enfermedad, lo que puede dar lugar a un resultado negativo en la serología, a pesar de que sí tenga celiaquía.
Lo mismo ocurre con la biopsia intestinal, si no se consume gluten, el intestino se regenera y no se observarán las lesiones típicas. En estos casos, el diagnóstico puede ser erróneo, ya que pueden resultar falsamente negativos, y la persona no recibirá el seguimiento médico ni la atención necesaria.
¿Qué pasa si ya dejé el gluten?
En estos casos, el médico suele indicar una reintroducción del gluten, recomendando consumir unas 4 rebanadas de pan de molde al día durante 6 u 8 semanas antes de realizar los análisis. Este proceso puede resultar física y emocionalmente difícil, especialmente en niños.
Actualmente, la comunidad científica está trabajando activamente en el desarrollo de nuevas herramientas diagnósticas para personas que ya no consumen gluten como el linfograma intraepietelial que permite identificar células del sistema inmunitario que reaccionan frente al gluten incluso después de haberlo eliminado de la dieta.
Un diagnóstico correcto es una herramienta para toda la vida
Contar con un diagnóstico fiable no solo despeja dudas, sino que también permite el acceso a seguimiento médico especializado, asesoramiento nutricional, recursos educativos y, en algunos países, incluso ayudas económicas.
Además, permite prevenir complicaciones a largo plazo como la osteoporosis, anemia crónica o problemas de fertilidad, que pueden aparecer si la celiaquía no se diagnostica ni trata adecuadamente.
En conclusión
Si tienes síntomas o antecedentes familiares de enfermedad celíaca, acude a tu médico de atención primaria o a un especialista en aparato digestivo. Y recuerda: eliminar el gluten sin diagnóstico puede parecer una solución, pero puede convertirse en un obstáculo en tu camino hacia una vida saludable.